Una vez más la madre Naturaleza toma por sorpresa a la humanidad y desata su furia sobre el hermano país de Guatemala.
Los hechos acaecidos el pasado día domingo 3 de junio con la inminente erupción repentina del volcán de fuego de Guatemala ubicado entre tres Departamentos sobrepasando todos los modelos matemáticos y los pronósticos científicos, dejando una estela de devastación dolor e impotencia a su paso, los elementos ardiendo a su paso y las nubes piro clásticas arrasaron y diezmaron la población próxima al coloso de Antigua Guatemala. Sin duda alguna que la estela de muerte y destrucción que sufren nuestros hermanos llaman a la reflexión sobre el poder de la naturaleza y sobre nuestro rol como seres humanos en respetarla y protegerla.
Hasta el momento se realizan enormes esfuerzos de búsqueda y rescate de las víctimas, familias enteras principalmente personas de la clase obrera, indígenas, campesinos han sido los principales afectados entre fallecidos y desaparecidos. Según las autoridades a erupción del pasado domingo dejó también 46 personas heridas, 3.271 evacuadas, 2.625 albergadas y 1,7 millones afectadas, según la Conred.
De acuerdo a los datos oficiales en la morgue de la aldea de Hunahpú hay 56 cadáveres, en la de Alotenango 9; en la de Escuintla 6, y uno en la morgue central de la Ciudad de Guatemala. Oficialmente, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) sigue reportando que hay 75 muertos por el desastre natural, se espera que la cifra se actualice pronto. Hasta el momento solo 23 de los fallecidos han sido identificados.
El director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Fanuel García explicó más temprano que fueron identificados ocho cuerpos en Alotenango, en el departamento de Sacatepéquez, donde labor no ha sido tan complicada porque las víctimas "mantenían intactas sus características físicas", a diferencia de lo que enfrentan los forenses en la aldea Hunahpú.
La ODECO se solidariza con el sufrimiento y el duelo del pueblo de Guatemala, elevando plegarias al Dios supremo en momentos en que la actividad volcánica es aun activa e intensa y sus efectos se acentúan sobre la población vulnerable.
Apelamos a las instancias internacionales gestionar todo el apoyo pertinente para la atención prioritaria de la emergencia y atención inmediata a la catástrofe y en las labores de recuperación.
Manifestamos muestras de condolencias al pueblo y Gobierno y comunidades Indígenas de Guatemala.
Decretamos tres días de duelo sin suspensión de labores por las víctimas de la erupción volcánica y las réplicas ocurridas.
Establecer un centro de acopio de recolección de víveres y ayudas para ser traslados a los afectados por esta dolorosa y lamentable tragedia.
La solidaridad es la más grande de las virtudes humanas.
Junta Directiva Central ODECO
BUSCAMOS VOCES QUE ACALLEN EL SILENCIO...