Según las Naciones Unidas actualmente, existen en el mundo 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad. Es la población juvenil más grande de la historia. Sin embargo, más de la mitad de los niños y adolescentes de entre 6 y 14 años no saben leer o no tienen conocimiento básico de matemáticas, a pesar de que la mayoría de ellos asiste a la escuela.
Esta crisis global en el aprendizaje amenaza con fuerza el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, una celebración anual que busca promover el papel de los jóvenes como socios esenciales en los procesos de cambio y generar un espacio para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que estos se enfrentan.
Transformando la educación
El tema de este año destaca los esfuerzos que se hacen en general por conseguir una educación más inclusiva y accesible para todos los jóvenes y, en particular, el empeño de los propios jóvenes. Este año, el Día Internacional de la Juventud hace hincapié en el Objetivo número 4 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”. Se examina cómo los gobiernos, la juventud y las organizaciones dirigidas por jóvenes, además de otras partes interesadas, están transformando la educación para que se convierta en una poderosa herramienta para cumplir con la Agenda 2030.
Una educación inclusiva y accesible es crucial para lograr el desarrollo sostenible y puede desempeñar, además, un papel clave en la prevención de conflictos. La educación es, por tanto, un factor que potencia el desarrollo, ya que es fundamental para acelerar el progreso hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde la erradicación de la pobreza, a la salud, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, la acción por el clima o las sociedades pacíficas. La educación debe llevar a unos resultados de aprendizaje relevantes y eficaces, con un contenido adecuado de los currículos escolares, no solo para adaptarse a la llamada “cuarta revolución industrial” y al futuro del trabajo, sino también para dar respuesta a las oportunidades y desafíos que traen los nuevos y cambiantes contextos sociales.
El reconocimiento de este papel crucial de la educación de calidad en el desarrollo de los jóvenes está ampliamente reconocido, así como el hecho de que un desarrollo juvenil integral beneficia a la toda la sociedad. Sin embargo, lo que pasa más desapercibido es que son los propios jóvenes los defensores más activos de la educación inclusiva y accesible. Las organizaciones dirigidas por jóvenes, así como los jóvenes y las jóvenes a título personal, junto con otras partes interesadas y los gobiernos, trabajan para transformar la educación en esa herramienta fundamental tanto para el desarrollo sostenible como para la plena inclusión de varios grupos sociales. Un ejemplo de ello son las organizaciones dirigidas por jóvenes que están transformando la educación a través de la promoción y presión, de asociaciones con instituciones educativas, y del desarrollo de programas de formación complementaria.
Las Juventudes Afrohondureñas
Son conscientes de su responsabilidad y el papel que deben jugar como líderes comprometidos con su comunidades, así como de la oportunidad de incidir y aportar dentro del proceso de reivindicación de los derechos económicos, sociales, políticos, culturales, académicos y ambientales de esta población, como medio para lograr el desarrollo integral y sostenible especialmente en el marco de la implementación del Decenio Internacional de Afrodescendientes en Honduras.
Según la Declaración del año 2018 resultado del XXV ENCUENTRO NACIONAL DE LA JUVENTUD AFROHONDUREÑA sus principales demandas son:
1)
Preocupación por la incidencia de casos de violaciones a los derechos humanos, situación agravada y reflejadas con el aumento de la criminalización y violencia en contra de la juventud.
2)
Espacios de unidad en la acción para traspasar del discurso y dialogo a la acción con el fin de lograr el bienestar que merecemos como ciudadanos de este país.
3)
Mejorar las condiciones de salud y educación para los jóvenes, procurando que estos servicios sean accesibles y con calidad.
4)
Preocupación por el incremento de la migración de la población hondureña, sobre todo con la emigración de jóvenes quienes movidos por la búsqueda de mejores condiciones de vida, persiguen el sueño americano, convirtiéndose para algunos en la peor pesadilla de sus vidas que les imposibilita desarrollar todo su potencial.
5)
Externamos nuestra preocupación por la problemática tierra, territorio y de medio ambiente que viven nuestras comunidades, que por años han sido sometidas a la expropiación, despojo y venta ilegal por parte de autoridades nacionales, operadores de justicia, empresarios, consorcios y personas nacionales y extranjeras ocasionando diversas situaciones adversas que lesionan los derechos de las comunidades y personas Afrohondureñas. Se exige que el Estado promueva salvaguardas de protección cultural y ambiental.
6)
Participación e inclusión de las Juventudes Afrohondureñas en organizaciones comunitarias, así como en los procesos y espacios de formulación de políticas pública de juventud a nivel de país para que seamos protagonistas de nuestro presente y futuro.
7)
Exigimos la implementación del idioma garífuna en los centros educativos de nuestras comunidades, proveyendo las herramientas y recursos psicopedagógicas necesarios para ello.
8)
Oportunidades de becas de estudio para las Juventudes Afrohondureñas para que puedan ser competitivos en el mundo laboral, político y económico, como medida de acción afirmativa.
9)
Visibilidad estadística de las Juventudes Afrohondureñas con el propósito de conocer nuestra situación actual y generar políticas públicas y acciones afirmativas que eleven nuestra calidad de vida.
10)
Igualdad de oportunidades para los afrodescendientes sin discriminación racial, religiosa, género, y sin color político.
11)
Implementación de programas sobre derechos humanos en los centros educativos de las comunidades Afrohondureñas.
12)
Facilitar oportunidades de desarrollo personal las Juventudes Afrohondureñas para que puedan acceder a fondos para el crecimiento económico-social, sobre todo de emprendimientos innovadores que les provean oportunidades de crear negocios inclusivos dentro de sus territorios.
13)
El Gobierno de Honduras ejecute acciones que aporten al fortalecimiento y desarrollo de los pueblos afrohondureños.